domingo, 2 de marzo de 2014

Experiencia de mi madre en la educación

Conversando un poco con mi mamá acerca de cómo comenzó sus estudios y cómo se fueron desarrollando me di cuenta de varios aspectos característicos en la educación de la época.

Mi madre nació en 1967 en el corregimiento de Güintar, jurisdicción del municipio de Anzá, Antioquia. Es la novena de trece hermanos, de los cuales el mayor fue el que impulsó su migración a Medellín, pues este se vino sólo a esta ciudad a estudiar y cuando consiguió trabajo se trajo a toda la familia.

Mi mamá llegó a sus tres años a la ciudad, en el año de 1970. Para la época no existía el kínder, por lo que tuvo que esperar hasta sus 8 años para ingresar al primer grado de escolaridad. Aquí observamos que el ingreso a una institución escolar se realizaba un poco más tarde que en la actualidad, mientras nosotros comenzamos alrededor de los cuatro años el pre kínder, para esa época mi madre empezó a leer y a escribir por la labor de su madre.

Se presentó a la escuela a sus 7 años, pero ya estaba finalizando el año académico, comenzó en esa época a estudiar “para que se fuera avispando”; el siguiente año ingresó formalmente a la institución, que para el año de 1975 se llamaba Escuela Integrada Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (hoy Institución Educativa Perpetuo Socorro) en el barrio Belencito, la cual quedaba a 30 minutos aproximadamente de su casa.

Las materias que se daban en estos niveles de primaria eran religión, ciencias (naturales), sociales, matemáticas, español y manualidades, esta última comprendía oficios cotidianos para la mujer, como bordar, hacer tapetes, pintar y en general todo lo relacionado con el hogar. Los niños por su parte recibían una clase que los preparaba principalmente para labores que tenían que ver con el cultivo y el trabajo en el campo. Nótese que no existía la educación física en estos grados, mi mamá cuenta que a veces los sacaban a caminar, a elevar cometa o a jugar balón en algún parque.

En 1980 ingresó al bachillerato en el Liceo Departamental Femenino Lola González, al cual le decían “Lola garajes”, pues no existía una infraestructura propia de un colegio, o más bien no había colegio; las clases se recibían en los garajes de las casas, incluso la rectoría era una casa, la sala de mecanografía quedaba aproximadamente a una cuadra del garaje donde recibían las demás clases.

Las clases que se dictaban eran matemáticas, español, inglés, mecanografía, taquigrafía, religión, geografía, educación física e historia, todas estas hasta el noveno grado. A partir de allí, es decir, décimo y once se añadían trigonometría, química, algebra, física y cálculo.

Perdió segundo de bachillerato, porque le fue muy mal en matemáticas y sólo por esa materia no la pasaron de grado.
Se graduó en 1986 teniendo 20 años, y en menos de un mes de esta fecha se casó.

autor desconocido, 1986



Vemos pues que se presentan diferencias entre esa educación y la actual. Tenemos diferente edad de ingreso al estudio, diferentes materias, diferentes espacios de estudio, diferentes enfoques, diferentes fines, diferentes caminos que siguen los estudiantes después de graduarse.


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